sábado, 10 de mayo de 2008

HISTORIA DE CEUTÍ (MURCIA)

http://maps.google.es/maps?hl=es&q=Ceut%C3%AD,+Espa%C3%B1a&um=1&ie=UTF-8&sa=X&oi=geocode_result&resnum=1&ct=title
http://www.ceuti.es/

http://es.wikipedia.org/wiki/Ceut%C3%AD



INTRODUCCIÓN.


La historia de Ceutí se aleja en el tiempo hasta épocas en las que los pueblos íberos levantaban sus poblados en la Península.
El nacimiento de Ceutí como núcleo poblacional continuado tuvo lugar, según los textos castellanos, con la reconquista del siglo XIII. Pero, según vestigios arqueológicos, los musulmanes ya habían habitado el lugar con anterioridad.
El territorio que en la actualidad abarca el municipio de Ceutí se vio sacudido durante la Edad Media y la Edad Moderna por el cambio de manos entre la realeza, los grandes señores y la Orden de Santiago.
Las epidemias y catástrofes naturales no dejaron crecer a la población ceutiense hasta el siglo XVIII.
Este siglo también fue el que vio los primeros pasos de la población de Ceutí por hacerse con el control de la villa y no depender de los grandes señores.
En el siglo pasado, el siglo XX, Ceutí ha pasado por grandes altibajos económicos de los que ha sabido sobreponerse convirtiéndose en un próspero municipio, gracias a la diversificación empresarial y el paso hacia delante realizado en el mundo del turismo cultural.


PREHISTORIA Y ANTIGUEDAD.
La presencia íbera inaugura el poblamiento de Ceutí
Las primeras evidencias de ocupación humana del actual territorio del término municipal de Ceutí corresponden a un yacimiento de época íbera en la zona del llamado ¿Cabezo del Catalán¿.
Sin embargo, no se ha constatado ningún resto arqueológico en superficie debido a las roturaciones agrícolas que se practicaron en la década de los años sesenta del pasado siglo XX, atestiguándose su existencia únicamente a través de testimonios orales.
Tardía dominación romana
Los vestigios de la cultura romana se documentan en Ceutí en época imperial, entre los siglos I-III d.C. De esta fecha datan las cerámicas encontradas en el asentamiento de la Rambla del Salar de Archena.
Pudo tratarse de una pequeña villa o poblamiento rural, al borde de la importante vía de comunicación que uniría Cartago Nova con los baños de Archena y los cercanos de Fortuna.
Desde el abandono de este asentamiento, entre los siglos III y IV, hasta el inicio de la época islámica existe un auténtico vacío en la historia de Ceutí debido a la inexistencia de testimonios arqueológicos y documentales.


EDAD MEDIA.

Pasado musulmán poco conocido
La época bajo imperial y el dominio visigodo de la península Ibérica constituyen un área temporal nula en documentación histórica referente a Ceutí.
Los cinco siglos de autoridad musulmana no son más generosos en lo que a restos arqueológicos y escritos se refiere. Más bien al contrario, constituyen otra etapa de la historia ceutiense parca en lo que a documentos concierne.
Lo único que se conoce de este periodo, gracias a los textos castellanos tras su llegada en 1243, es el nombre por el que los musulmanes denominaban a la actual Ceutí: Alquería de Zepti. El topónimo hace clara mención al lugar de origen de los fundadores (de Ceuta).
Por aquel entonces, Ceutí era una simple alquería, una agrupación de viviendas de unos cien habitantes, sin cerca defensiva, pero que posiblemente contase con una mezquita. Sus moradores estarían consagrados al trabajo de la tierra, que ya contaba con un moderno sistema de regadío con norias y acequias aprovechando la fértil huerta que besaba el río Segura.
Un territorio, varios señores
Tras varios años bajo el dominio real, la alquería de Ceutí fue donada a Don Gil García de Azagra tras la rebelión mudéjar de 1264-1266. Parece que Don Gil levantó una construcción defensiva en el interior del poblamiento, tal vez sobre una anterior de época islámica. Sin embargo, la alquería le fue confiscada por emigrar del reino de Murcia, siendo concedida entonces por Alfonso X a Jordán Despuig, llamado ¿el Alemán¿, en el año 1274.
Ceutí estuvo bajo el dominio de esta familia durante las dos décadas siguientes, hasta que en 1295 cayó en manos reales. El entonces monarca, Sancho IV, la entregó al maestre de la Orden de Santiago, Juan de Osórez.
Con la ocupación aragonesa del Reino de Murcia, entre 1296 y 1304, el núcleo de Ceutí estuvo sometido a continuas donaciones entre caballeros catalano-aragoneses, siendo uno de ellos Ramón de Manresa, cuya familia lo reclamaría años después.
Una vez finalizado el dominio aragonés, Ceutí volvió a manos de los caballeros de Uclés (casa principal de la Orden de Santiago), quines, a pesar de todo, tuvieron que luchar con los descendientes de Ramón de Manresa, que reclamaban Ceutí como posesión suya. El litigio se alargó hasta el año 1332, cuando fue finalmente cedido a la familia aragonesa. Pero años más tarde ya había cambiado nuevamente de dueño, la familia Claramunt la retuvo hasta el primer tercio del siglo XV, cuando Pedro Claramunt la dividió entre sus hijos, quines a su vez dividieron respectivas herencias.
De este modo cerró Ceutí su periplo medieval y entró en el siglo XVI, compartido por varios propietarios.

EDAD MODERNA.
Cambio de siglo y de religión
La aljama mudéjar de Ceutí comenzó el siglo XVI con un brusco cambio, ya que tras la rebelión de las Alpujarras de 1499 y la posterior conversión forzosa de los mudéjares granadinos bajo pena de expulsión, los musulmanes murcianos decidieron convertirse voluntariamente al cristianismo en 1501. Ello llevaba aparejado la transformación de la mezquita en iglesia de culto cristiano.
Un perfil demográfico quebrado
Al inicio del siglo XVI Ceutí vio aumentado su número de vecinos, gracias a la emigración de musulmanes andaluces tras la represión del levantamiento de las Alpujarras, llegando a los 170 habitantes. A lo largo de toda la centuria el número de vecinos aumentó constantemente, alcanzando la cifra de las 328 almas en las postrimerías del quinientos.
Sin embargo, el siglo siguiente fue de clara y profunda crisis demográfica debido a varios factores. Primeramente, la expulsión de los moriscos murcianos en 1613 tras el decreto de Felipe III, ocasionó que la población decayese hasta los poco más de 100 habitantes en 1620.
A ello se le sumaron las epidemias de peste, como la de 1648. En esta fecha, los vecinos se encomendaron a San Roque para que detuviese la plaga. Desde esos momentos San Roque es patrón de Ceutí. También hicieron estragos las epidemias de paludismo debido al cultivo del arroz.
Finalmente, los desastres naturales como la riada de San Calixto de 1651 incidieron en el acusado descenso de la población ceutiense.
Todas estas calamidades dieron como resultado la casi despoblación de la villa en la segunda mitad del siglo XVII, siendo causa directa de la situación de abandono y ruina que presentaba la iglesia parroquial, la cual hubo de ser remodelada.
El siglo XVIII comenzó igual que había finalizado el anterior para Ceutí. La población no pasó del centenar de habitantes, hasta que en 1720 fue suprimido el cultivo de arroz, que llevaba aparejado la extensión de enfermedades como el paludismo.
A raíz de este hecho, la población aumentó a lo largo de la centuria, aunque no sin altibajos, hasta alcanzar los 700 habitantes a finales del setecientos.
La vida diaria
Durante toda la Edad Moderna, Ceutí fue una villa agrícola dedicada al cultivo de cereales y legumbres, principalmente, aunque no faltaron las moreras para la obtención de la seda y frutales como los naranjos y limoneros.
Ceutí, como señorío jurisdiccional, se encontraba dividido entre dos familias tras la muerte de Pedro de Claramunt y sus hijos. De este modo, Ceutí funcionó en la práctica como si de dos pueblos distintos se tratase.
Las condiciones de los vasallos fueron mejorando con el transcurso de los años, aunque algunas veces hubo de pleitear duramente con el fin de arrancar del poder jurisdiccional de los señores una mayor capacidad de decisión del concejo.

EDAD CONTEMPORÁNEA.
Ritos de paso en Lorquí y CeutíLa Academia de Ceutí
La población de Ceutí se resiente en el siglo XIX
El positivo saldo poblacional con el que Ceutí acabó el siglo XVIII se tornó negativo en las primeras décadas de la centuria siguiente. Esta nueva reducción poblacional se produjo como consecuencia de las epidemias de cólera y fiebre amarilla que azotaron el municipio en los primeros años del siglo XIX, a las catástrofes naturales y a la Guerra de Independencia (1808-1814) contra los ejércitos napoleónicos.
Solamente a partir de la década de 1830 se reactiva un ritmo de crecimiento poblacional, que lleva a Ceutí a superar los mil habitantes por primera vez hacia 1845.
Sueños de independencia
La primera mitad de este siglo estuvo marcada en este municipio murciano por las ansias, transformadas en pleitos, por sacudirse la tutela señorial. Tan ardua empresa comenzó en 1776 contra los entonces señores de la villa, el Marqués de Espinardo y el Conde de Montealegre.
Sin embargo, los pleitos con los sucesivos señores se alargaron hasta los años centrales del siglo XIX, cuando las leyes desamortizadoras, de desvinculación y de disolución de la propiedad feudal permitieron el fin de los señoríos.
La población continuó siendo eminentemente agrícola a lo largo de todo el siglo XIX y los avatares que sufrió la nación en su segunda mitad tuvieron eco en Ceutí.
La dinamización del siglo XX
Ya en el siglo XX, Ceutí ve crecer su población nuevamente de una forma moderada durante toda la centuria, a excepción de los años de la Guerra Civil (1936-1939) y primeros de la posguerra, cuando, siguiendo la dinámica nacional, sufre un retroceso.
Hasta la segunda mitad del siglo XX Ceutí continuó siendo un pueblo eminentemente agrícola. Pero en los años sesenta esa imagen cambió gracias a la implantación de las industrias conserveras en el territorio municipal. Esta nueva realidad acarreó una expansión de la ciudad gracias a la llegada de inmigrantes, que también influyó de manera decisiva en el alza de la natalidad.
A pesar de todo, la calamidad sigue golpeando a este pequeño municipio de la Vega Media del Segura con la crisis y desmantelamiento de las citadas industrias conserveras en la década de los setenta. Ello repercutió de manera directa sobre la agricultura debido a los lazos de dependencia con estas fábricas. Sin industrias de otro sector, la economía se resintió y Ceutí sufrió un estancamiento, aunque la población no disminuyó.
Actualmente, Ceutí cuenta con más de 8.000 habitantes, siendo uno de los municipios más dinámicos de la Región de Murcia en el ámbito cultural y económico. Entre los factores que han contribuido a ello hay que destacar la diversidad como motor del desarrollo, gracias a los dos polígonos industriales enteramente municipales.
La población activa comparte una importante actividad agrícola con un centenar de industrias diversas y con el sector servicios.

FUENTES.
MONTES BERNÁRDEZ, R. (dir.), Aportaciones a la historia de Ceutí , Ayuntamiento de Ceutí, 1994, 125 p.
TORRES FONTES, J., Documentos para la historia medieval de Ceutí , Murcia : Real Academia Alfonso X el Sabio, D.L. 1998, 243 p.

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